Faltan menos de dos horas para que empiece el partido de la vuelta de los cuartos de final de la Champions League entre el Futbol Club Barcelona i el A.C. Milan. Después del resultado de la ida, empate a cero, parece que para la cita de esta noche va ser una de esas noches especiales en que el Camp Nou pasa de ser un estadio frío a una hoguera. Y es que la ocasión bien lo merece. Estar en la semifinales de la máxima competición continental.
Es cierto que el feudo azulgrana no es Anfield Road o la Bombonera, pero es una afición que sabe cuando ha de empujar para ayudar a su equipo y esta noche no será menos. En frente, el Milan de Ibrahimovic, un equipo que no es aquel de hace unos años pero que sólo por su prestigio (7 Copas de Europa) ya impone al rival. Además, ésta será la cuarta vez que ambos equipos se crucen en esta competición. El balance de este año es favorable a los de Guardiola. De momento, 2 empates y una victoria, en la fase de grupos, del Barça en San Siro. La semana pasada, en la ida, se empató a cero en un partido en que el Barcelona mereció más, sobretodo porque el árbitro no pitó dos penalties. Es por eso que los de Allegri llegan más vivos que nunca a Can Barça. Y es que un empate a goles les daría el billete. Un empate, por ejemplo, a 2, como el que consiguió en la liguilla de la fase de grupos, con un gol a los 24 segundos de Pato, y otro en los últimos minutos de Thiago Silva.
Es por eso que, ante la primera final de la temporada para el Barcelona, su afición y el Camp Nou, empujaran al equipo para lograr el pase a semifinales.
